De genios y monstruos




¿Qué nos hace buenas personas?, son nuestras acciones, nuestras ideas, lo que decimos, lo
que opinamos, nuestros valores, nuestra forma de ser?. Siempre me he considerado buena
persona, o por lo menos alguien decente, o ya de minimo alguien que no va por la vida
buscando dañar a otros. He trabajado en asociaciones civiles en donde de verdad he
podido ver como unas cuantas personas pueden hacer la diferencia, llevo varios años
haciendo voluntariado, trato de ser amigable con el ambiente y con lo animales, me
preocupa ser empático con los demás y antes de emitir juicios condenatorios intento
ponerme en sus zapatos, no robo, no asesino, y por sobre todo, procuro ducharme para no
agredir el olfato de las persona a mi alrededor.
Con todo esto pienso que no soy alguien, tóxico, por así decirlo. Entonces por qué carajos
no puedo evitar pensar que en el fondo soy igual de horrible que aquellos a los que dia a dia
señalamos como monstruos. Aquellos hombres que son acusados de actos repulsivos y de
actitudes dignas de condena.
Desde hace varios meses he venido cuestionando mi calidad de ¨buena persona¨, no me
mal entiendan, aun no he puesto una semiautomática en mi lonchera, cosa que ya habría
hecho si pudiera conseguir una lonchera, pero sin duda esa idea ha rondado mi cabeza
mucho más tiempo de lo que me gustaría admitir y me ha quitado el sueño en más de una
ocasión.
Todo esta charada comenzó como inician todos mis conflictos personales; hablando con
alguien más listo que yo, cosa que por increíble que parezca me pasa unas 32 veces al dia.
-Edgar, viste la pelicula que te dije, la de Owen Wilson-, me pregunta mi compañera de
cubículo, Lydia. Chica linda, ojos negros, cabello largo, grandes ideas y con la increíble
capacidad de dejar callado hasta al mismísimo Churchill. -Si- contesto con ganas de no
trabajar y entablar una platica de media jornada laboral. -Me pareció muy divertida, las
comedias de enredos son mis favoritas. Pienso que es muy al estilo de ¨La importancia de
llamarse Ernesto¨, muy ¨woodyallenesca”-, me acomodo para lo que pienso será una plática con como mínimo dos taza de café. -¿Qué?- me responde con un sutil tono, como el de mi madre cuando le decía que me había ido a siete extraordinarios. Por fortuna no nos dejan entrar con cables mojados al instituto donde trabajamos.
-No pensé que te gustara el trabajo de ese pederasta- me responde sin consideración
alguna. -Este, bueno si, es uno de mis directores favoritos, pero no es pederasta, ¿o si?-,pregunto esperando encontrar una respuesta que no me haga quedar como idiota. -Si lo es, no hay duda de eso, no deberías ni siquiera considerar que no lo sea, pensé que eras más listo- Pum, tremendo golpe a la autoestima y que ganas de vivir bajo la tierra.
Lydia y yo seguimos siendo amigos, ella afortunadamente pasó a mejor vida, ahora le pagan sin trabajar como a los animaniacs, le dieron su beca del conacyt.
Desde esa vez no podido dejar de pensar en lo mucho que admiro e idolatro el trabajo de
Woody Allen, y lo mucho que todos dicen que es una horrible persona y como
prácticamente se enamoró de su hijastra y dejo a Mia Farrow para casarse con ella. ¿Es tan
horrible como suena?, probablemente si. Pero de Woody Allen quisiera hablar más adelante.
Todo eso me hizo pensar en quienes son las personas de la cultura y el entretenimiento que
más admiro, y para sorpresa de todos, sobre todo la de mi profesor de ética y valores de la secundaria, admiro a pura gente horrible. Y tengo, necesito aclarar que por gente horrible me refiero a
hombres. Podría meter a Sylvia Plath, pero el suicidio no es tan malo si se hace bien.
Pienso, primero, en todo los cineastas que admiro y que valoro sus películas tanto como mi perro valora comer de la basura. Chaplin, nos dio, junto con Buster Keaton, las bases para la comedia física inteligente que años después Chespirito ocuparía hasta el hartazgo por los siglos de los siglos. Pero Chaplin se enamoró de una de sus esposas a los doce años, prácticamente la compro, le hizo una carrera, la embarazó, y luego le arruinó la vida. Caray, el tipo, muy buena gente no era, ¿cómo puedo admirar el trabajo de alguien así?, como decir que "Tiempos Modernos" es una obra maestra que critica tanto al fordismo, al creciente sistema capitalista de la época, y a la interminable sociedad de consumo. ¿Era un pederasta?, Pues si, alguien sin severos problemas mentales no podría llevarse a vivir a su mansión en Beverly Hills a una niña. Siguiendo con otro fanático de las costumbres de la antigua Grecia, Roman Polanski. No puedo dejar de decir que gracias a él y a otros cuantos jóvenes cineastas de los 70,Hollywood cambió de manera significativa la forma en la que hacía cine. Chinatown, Carnage, El pianista, Luna amarga, y mi favorita personal, El inquilino quimérico, son películas que, como el buen arte, transforman un poquito después de mirarlas. ¡Pero él también es un pederasta!, tiene cargos judiciales y no ha podido pisar los Estados Unidos desde hace más tiempo que D.B. Cooper. Y que tal Alfred Hitchcock, el maestro del suspenso. Alguien que, a sabiendas de todos, era un maltratador de mujeres. Sobre de aquellas con aire de realeza.
¿Cómo separar al creador de su obra?, ¿cómo no creer que si me gusta el trabajo de un monstruo, pueda que yo mismo sea uno?
Todos odian a Hitler, pero el tipo era un orador excepcional y alguien con grandes conocimientos del idioma alemán, que es en sí ya un gran logro. Pero si alguna persona expresa admiración por él, de inmediato sería tachada de neonazi, o peor aún, de admiradora de la música de Wagner.
Entonces, ¿cómo no sentirme mal por admirar a pederastas y abusadores?, ¿comparto sus valores?, ¡Dios santo!, espero que no. Suficiente tengo con pensar que la comida se puede comer del piso aún después de diez minutos de haberse caído.
¿Y qué hay de otras figuras ilustres?, mi escritor favorito; Hemingway, era terrible esposo, un borracho buscapleitos y alguien que le gustaban los gatos. No importa que tan bonito relates cómo te enamoraste de otra mujer y por eso engañaste a tu esposa, sigue siendo horrible. ¿Estoy de acuerdo con el adulterio?, Por supuesto que no, pero no puedo dejar de admirar no solo a las obras de Hemingway, sino también al hombre mismo, por supuesto quitando lo del adulterio y el amor por los gatos.
¿Qué clase de persona soy, si mis idolos son unas bestias?
En la música, ni se diga. Después de ver sólo un episodio de Homeland, me enamoré tanto de la música de Miles Davis como de los antidepresivos. ¿El tipo era un proxeneta?. Puedes ser, no se sabe bien, pero las malas lenguas, dicen que si. Pienso también en Zack Wylde, compositor, músico, guitarrista, Dios nórdico, que me ha dado muchas de mis canciones favoritas. Pero la mayoría de sus guitarras tienen la bandera confederada. ¿Es un racista?, ¿está a favor de la esclavitud?. Bueno, a favor de la esclavitud estamos todos, pero ese es otro asunto.

En los deportes también hay casos de terrible magnitud. Pondré sólo uno, y es el que me rompe más el corazón; el de Chris Benoit, el atleta que me dió uno de los momentos más felices de mi vida. Benoit torturó y mató a su hijo de 6 años y a su esposa para después suicidarse. Una tragedia.
La comedia es probablemente el rubro donde más me aferro a creer que mi cómico favorito no puede ser despreciable. Nunca ví el show de Bill Cosby, en México vi su adaptación bastante tropical; "Papá "soltero".

Aún así, sé que Cosby es el referente de la "comedia blanca" y varios de nuestros shows favoritos le deben mucho a su trabajo. Pero sí, oh sorpresa, el tipo tiene como 50 denuncias por violación y acoso sexual. Terrible por donde se vea.
También está Louis C.K, comediante que al igual que George Carlin, logró hacer una crítica más que acertada de los vicios de nuestra cultura, y nos invitan a la reflexión y la autocrítica. Bueno, pues aquí viene un giro de tuerca, el tipo también es nefasto. Acusaciones por mostrar sus genitales y masturbarse enfrente de mujeres es lo que salió a la luz, pero probablemente haya más.
¿Estas son las personas a las que admiro?, ¿a las que intentó tomar como referencia y trato de que otros conozcan su trabajo? pues si. Tristemente si.
Pero, volvamos a nuestro primer ejemplo; Woody Allen. Estoy seguro que no hay caso más complejo y digno de una serie de HBO que el de Woody Allen. No me alargare en la historia, iré al meollo del asunto. Woody Allen se casó con Mia Farrow, ella tenía varios hijos, biológicos y adoptados. Entre ellos estaba Soon-Yi. De quién Allen se enamoró, dicen algunos, desde que esta era una adolescente. Todo salió a la luz, Farrow prácticamente encontró a Allen en la cama con Soon-Yi y desde entonces ha sido el símbolo más grande de la monstruosidad hecha persona. ¿Cómo es posible, que alguien, que prácticamente inventó un nuevo género cómico y cinematográfico, que desde hace más de tres décadas hace y exhibe una película por año, que toca el clarinete, pueda ser tan horrible persona?
Es mi referente para todo en esta vida, no encuentro pregunta, sobre todo de índole amorosa, que no pueda ser respondida por alguna película o algún libro de Allen. ¿Woody Allen me representa?, ¿tan horrible soy?
No puedo seguir más con esto, si continúo confirmaré mis sospechas y terminaré por usar Axe en aerosol. Sólo espero que haya un punto en dónde la obra no sea parte inherente del autor y de los que la admiramos.
Término con varias preguntas; ¿Qué hacemos con los monstruos? ¿Podemos y debemos amar sus obras? ¿Todos los artistas ambiciosos y enormemente talentosos son monstruos? Y en voz muy baja: ¿Soy un monstruo?

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